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Dr. Joaquín Sánchez Macgrégor

El filósofo mexicano Joaquín Sánchez Macgrégor falleció el pasado 2 de marzo a la edad de 82 años. Nació el 1º de junio de 1925 en la Ciudad de México. En los años cuarenta ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México donde estudió la licenciatura, la maestría y el doctorado en Filosofía.

A partir de 1969 se vinculó profesionalmente a su alma máter al impartir diversos cursos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Poco después, en 1971, se incorporó también a la Facultad de Filosofía y Letras. Asimismo se desempeñó como investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas (1972-1989) y del Centro de Estudios sobre la Universidad; su trayectoria universitaria lo llevó a formar parte del profesorado del Posgrado en Estudios Latinoamericanos en el área de Filosofía e Historia de las Ideas Latinoamericanas.

Además de su entrega y vocación a la docencia y a la investigación académica, desempeñó diversos cargos directivos en la UNAM. Entre 1969 y 1971 fungió como titular de la Dirección General del Profesorado (actualmente Dirección General de Asuntos del Personal Académico). Fue también secretario académico de la Coordinación de Humanidades de 1978 a 1980, y jefe de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras de 1985 a 1989. El 15 de agosto de 1991 se integró a la planta de investigadores del Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos, actualmente Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC), para desarrollar el proyecto de investigación “Filosofía de la historia latinoamericana y los textos de Bolívar”. Asimismo durante su larga y fructífera vida académica participó en distintos cuerpos colegiados de la UNAM.

Cabe apuntar que fue profesor de otras destacadas universidades mexicanas y latinoamericanas. A la par de su relevante trayectoria académica, ocupó importantes puestos como el de director fundador de la Escuela de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, entre 1965 y 1969, y como rector de la misma universidad entre julio de 1967 y agosto de 1969, momentos muy complejos de la vida de esa institución educativa mexicana.

Como profesor invitado colaboró en diversas instituciones de educación superior nacionales y extranjeras: la Universidad Veracruzana, la Universidad de Coahuila, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, la Universidad Autónoma del Estado de México y la Universidad de La Habana. En esta última permaneció tres años y fue uno de sus más entusiastas profesores en los inicios de la Revolución Cubana. Su posición le permitió apoyar desde la academia el proceso que se desarrollaba en la Isla.

En todas las instituciones universitarias en las que participó como profesor, formó a una gran cantidad de alumnos que lo respetaron y siguieron sus enseñanzas, por su gran mérito teórico y crítico manifiesto a lo largo de su producción intelectual.

Como discípulo del filósofo transterrado José Gaos participó en el grupo Hiperión —formado durante la década de los cuarenta del siglo xx—, lo que constituyó un elemento significativo de su vida como intelectual y como filósofo. Relevantes figuras de la cultura mexicana integraron el grupo Hiperión, tales como los filósofos Leopoldo Zea, Emilio Uranga, Jorge Portilla, Salvador Reyes Nevares, Ricardo Guerra, Fausto Vega, Luis Villoro y el propio Joaquín Sánchez Macgrégor. “Una de las características de este grupo es que no recurrirán a la psicología, sino a la fenomenología y al existencialismo”.1

En su libro Acoso a Heidegger (1969), el maestro Sánchez Macgrégor plasma una visión crítica sobre los planteamientos filosóficos del filósofo alemán a partir de una reflexión y perspectiva social. Más adelante, en la medida en que fue profundizando su discurso filosófico, acentuó el sentido latinoamericanista de su filosofar. Lo que lo llevó a una labor pionera que desarrolló en dos dimensiones. La primera propone una filosofía latinoamericana que no se inserte en lo especulativo de la historia. La segunda reivindica la noción y la práctica del contrapoder como ejercicio ineludible en la sociedad.

También debemos señalar que en el bagaje intelectual del maestro Sánchez Macgrégor sobresalió su riqueza conceptual y lingüística, su fina pluma y su fogosa oratoria, cualidades que al mismo tiempo se conjugaron en él con las de un analista perspicaz de la coyuntura nacional e internacional. Esto es, su amplia cultura fue producto del esfuerzo personal y su vocación interdisciplinaria. De igual manera tuvo como un referente intelectual y moral la cimera figura del gran libertador Simón Bolívar. Puede decirse que en gran medida esa vocación bolivariana se inició con la orientación de su profesor de literatura mexicana, el gran poeta tabasqueño Carlos Pellicer.

Cabe apuntar también que el maestro Sánchez Macgrégor fue un sobresaliente hombre de letras que escribió diversos libros. Entre sus numerosos trabajos filosóficos se encuentran: Claves dialécticas (1966), Filosofía y sistema de la extensión universitaria (1981), Rulfo y Barthes (1982), Colón y Las Casas (1991), Tiempo de Bolívar (1997), Ideologías políticas y poder moral (2000) y Dialéctica de la unidad y la diferencia en un contexto latinoamericano (2003), entre otros.

En los medios impresos el maestro Sánchez Macgrégor colaboró como editorialista del diario Novedades, en el Suplemento de Cultura y en Sábado, suplemento cultural del Unomásuno. Es asimismo necesario apuntar que en un determinado momento de su vida política militó en el Partido Comunista Mexicano. Sin embargo, su espíritu crítico y bolivariano lo hizo adentrarse en una visión políticamente más comprometida con la realidad y el estudio de la compleja realidad latinoamericana.

Los acontecimientos que tuvieron lugar en Chiapas a partir de enero de 1994 generaron la reflexión del maestro en torno a la idea del contrapoder. Ello lo llevó a plantear el método del curso/discurso bajo la lógica del análisis de determinados personajes históricos (por ejemplo, fray Bartolomé de Las Casas y Simón Bolívar). Enfoque que a su vez lo condujo al estudio de la coyuntura de la realidad mexicana y latinoamericana, para así ahondar en el desarrollo del concepto ético del poder moral orientado bajo las premisas políticas de Simón Bolívar.

Valgan así estas palabras como un sentido homenaje a un gran universitario, a un destacado filósofo mexicano y a un profundo crítico de nuestro tiempo latinoamericano.

Adalberto Santana

1 Roberto Mora, “Joaquín Sánchez Macgrégor”, en Personajes latinoamericanos del siglo xx, México, ccydel-unam, 2006, p. 236. Véase también Guillermo Hurtado, introd. y sel., El Hiperión. Antología, México, unam-Coordinación de Humanidades, 2006 (Biblioteca del Estudiante Universitario), 211 págs.



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